Todo el mundo parece conocer la historia de Cenicienta, porque los cuentos de hadas forman parte de nuestro imaginario desde hace mucho tiempo. Pero, ¿qué versión conocemos?
Joël Pommerat revisita con libertad y desvergüenza el cuento de los hermanos Grimm y Charles Perrault con una versión mágica de Cenicienta.
Muy lejos del mundo aséptico de Disney. Empecemos con una breve descripción de la obra: una niña pierde a su madre y tiene que aprender a vivir, con su padre, en un nuevo entorno en el que no parece ser aceptada. La imagen de la malvada madrastra se cierne sobre la tragedia familiar, y Cenicienta sufre un poco más cada día: relegada a una habitación mísera, una especie de cámara acorazada, parece atrapada por su dolor. Poco a poco, Sandra se convierte en Cenicienta...
Pommerat se inspira en varios cuentos de hadas y, en particular, construye una imagen moderna de la «madrastra malvada celosa del pasado».
Todos los ingredientes del ritual de iniciación están presentes: el miedo, la separación, la humillación, la búsqueda del amor. La crueldad del cuento está al desnudo, sin ambages.
No es la primera vez que Joël Pommerat adapta cuentos infantiles.
Tanto su Caperucita Roja como Pinocho han revolucionado el enfoque teatral, dándoles una lectura fresca sin negar sus raíces históricas.