Los virtuosos solistas Gwendoline Blondeel y Patrick Kabongo, acompañados por el Chœur de l'Armée française, transportarán al público de la Opéra Royal al corazón palpitante de la patria francesa.
En 1840, coronado por un éxito excepcional, Donizetti estrena en París su primera ópera en francés: La Fille du régiment. El rey Luis Felipe acaba de reabrir las puertas de Versalles y decide crear un museo dedicado a «todas las glorias de Francia». Allí se honra más a Napoleón que a Luis XIV, y Francia se prepara para acoger con fervor el regreso de las cenizas del Emperador. En otras palabras, el patriotismo estaba en pleno apogeo, y La Fille du régiment estaba perfectamente en sintonía. Donizetti se divierte cantando la inverosímil historia de amor entre la vivandera Marie, convertida en hija adoptiva del regimiento, y el valiente Tonio, que salva a la joven y se alista en el ejército de Napoleón: arias y coros patrióticos, un asalto al bel canto y la famosa aria de Tonio, el «Everest del arte lírico» con sus nueve contra-utes.
La milésima representación tuvo lugar en París en 1914. Durante las representaciones de diciembre de 1840 en la Metropolitan Opera de Nueva York, Lily Pons, tras un impresionante «Salut à la France», cantó La Marsellesa, que se convirtió en un símbolo de libertad en plena guerra.