Ballet basado en un libreto de Voltaire, estrenado en Versalles en 1745.
Voltaire y Rameau ya habían colaborado en La Princesse de Navarre, estrenada a principios de 1745. La corte les pidió que transformaran esta suntuosa comedia-ballet en un ballet en un acto, pero los dos hombres no tenían tiempo -estaban preparando Le Temple de la Gloire- y confiaron la finalización de la adaptación a Jean-Jacques Rousseau. «Usted reúne, señor, dos talentos siempre separados hasta ahora», le escribió Voltaire. «Éstas son ya dos buenas razones para que le estime y busque amarle. El famoso desencuentro vendría después. Por el momento, Rousseau añadió algunos recitativos y arias que Rameau revisaría más tarde. El 22 de diciembre de 1745, la corte descubrió una obra que representaba a una princesa española cautiva a la que uno de sus captores ofrece un magnífico entretenimiento. Fue una obra en la que colaboraron tres de las mentes más brillantes del siglo XVIII.