Le Dindon - Teatro de Feydeau
Creación/coproducción
Pontagnac, que lleva tres días siguiendo a Lucienne porque se ha enamorado perdidamente de ella, entra por la fuerza en su casa. Encuentra a su marido, Vatelin, que no es otro que uno de sus viejos amigos. En cuanto a Vatelin, se ve asediado por una inglesa con la que tuvo una aventura en Londres y que quiere volver a intentarlo. Su marido, que está al corriente de la aventura, quiere sorprenderles para poder divorciarse. En cuanto a Vatelin, tiene una cita en un hotel con una prostituta que lo deja plantado para hacer de doble de las fantasías de Rédillon, el mejor amigo de Vatelin, que suspira por Lucienne. ¿Me sigue?
En la obra de Feydeau, Le Dindon es una obra que va muy lejos. Desborda de acción terriblemente divertida entretejida con arte y precisión. Pero si nos hace aullar de risa, es porque pone al desnudo el salvajismo de cada uno de nosotros. Todo comienza con la irrupción de Pontagnac en casa de Lucienne, esta irrupción original que altera el orden y la armonía y provoca corrientes de aire que abren violentamente las puertas a personajes inesperados. Todos los portazos son en vano y hay que sacrificar a la bestia. Pontagnac dice al final de la obra: «Estaba escrito, yo soy el pavo».