«El jugador de ajedrez» revela a Stefan Zweig en la cumbre de sus facultades, con una estructura narrativa y un estilo perfectos. El tema, fuertemente anclado en el espantoso contexto del nazismo, es terriblemente actual.
«El jugador de ajedrez» revela a Stefan Zweig en el apogeo de sus facultades, servido por una estructura narrativa y un estilo logrados. El tema, fuertemente anclado en el espantoso contexto del nazismo, es de terrible actualidad. Por último, el contenido filosófico, a la vez humanista y desesperado, ofrece varios niveles de interpretación. La fuerza de El jugador de ajedrez reside en los retratos que Stefan Zweig hace de personajes emblemáticos, incluso alegóricos. Y el lugar que el propio Zweig, autor y narrador, ocupa dentro de la historia, permite el desarrollo de una narración en abismo donde las interferencias entre el juego del ajedrez, el juego de la escritura y el juego de la manipulación del lector dan a la obra fuerza y suspense.
Poner en escena El jugador de ajedrez significaba sobre todo asegurarse de que los personajes sugerían plenamente la tensión y el horror latente de la locura". Yves Kerboul
De Stefan Zweig, traducida por Jacqueline Desgouttes, adaptada e interpretada por André Salzet, dirigida por Yves Kerboul.
Producido por Théâtre Carpe Diem/Argenteuil, con el apoyo de la Ciudad de Argenteuil y el Conseil départemental du Val d'Oise.