Paris-Brest... Sólo con pronunciar el nombre se te hace la boca agua con el sabor del praliné... ¡Una maravilla!
Recreado de múltiples maneras, nada supera la versión tradicional en forma de rueda, en homenaje a la carrera ciclista que inspiró la creación de este postre.
El pastel no lleva galletas, sólo almendras crujientes y bien tostadas.
Prepararemos todos los ingredientes juntos: la masa del pastel, la crema pastelera y la crema muselina, rica en praliné y muy suave.
La guinda del pastel: ¡te irás a casa con el postre!